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contra-diccion

todos se divierten menos yo

No le encuentro más sentido a todo esto que no encontrarle sentido sabiendo que nunca le voy a encontrar sentido y aún así seguir buscando el sentido. No sé si lo que acabo de decir es la frase más inteligente o más idiota alguna vez pronunciada. Pero es viernes a la noche, estoy en casa sentada enfrente a la computadora sin nada mejor que hacer. Porque no solo no me hacen sentir mejor, no solo hacen que esté todo el día cansada, no solo me revuelven el estómago, no solo salen caros, no solo tengo la obligación de recordarlos, no solo hacen mi semana más rutinaria de lo que ya es, sino que además me obligan a pasar un fin de semana aburrido y no me dejan emborracharme, por ende vuelvo temprano a mi casa, sola, frustrada, insatisfecha y sobria. Malditos antibióticos, los odio.
Lo peor es que capaz si no estubiese tomando antibióticos hubiese hecho el mismo programa por elección propia sin ningún problema. Pero al verme obligada a hacerlo no lo disfruto, me enojo y me siento infeliz.

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